En 1990, casi no había sillas de ruedas en Sucre para personas con discapacidades físicas. Muchos de ellos yacían en sus camas sin haber visto nunca la ciudad y sus mercados. En 1992, nuestra asociación encargó la producción de sillas de ruedas sencillas fabricadas con materiales reciclados en una empresa. Varios años más tarde, ayudamos a establecer nuestro propio taller para la reparación de estas sillas de ruedas y dispositivos para caminar. Junto con el dedicado grupo “Nueva Esperanza” y nuestra asociación asociada: Jugend-Bildung-Hilfe en Deutschland (JBH), apoyamos a varias personas con discapacidades para que pudieran alimentarse a sí mismas y a sus familias, por ejemplo, como sastres o zapateros. Otros siguen sus estudios en la universidad, saliendos como profesores, abogados o tecnicos especiales.
Aquí, el grupo Nueva Esperanza, (apoyado de la organizacion JBH Jugend Bildung Hilfe Bolivien) en noviembre 2019, disfrutando nuestro bosque.
En nuestro centro los diversos grupos disfrutan el bosque.